Tratamientos para dejar de fumar

Dejando de fumar

El tabaco es una droga altamente adictiva, consumida por un alto porcentaje de la población. Nadie desconoce las consecuencias negativas que provoca en la salud de una persona el tabaco, tanto si se es fumador activo (que fuman y tienen dependencia de la nicotina) como si se es fumador pasivo (personas que inhalan involuntariamente el humo del tabaco).

Es importante recordar que el mayor problema de la adicción al tabaco son las consecuencias que aparecen a medio y largo plazo. En esta línea, fumar constituye la primera causa evitable de muerte de las sociedades desarrolladas, muriendo prematuramente cada año 50.000 personas como consecuencia de esta adicción.

Muchos fumadores han intentado dejar de fumar en alguna ocasión. Algunos lo consiguieron y otros no. Dejar de fumar es positivo, a nivel de salud, economía e incluso a nivel personal y emocional. Haber intentado abandonar el tabaco en varias ocasiones y no conseguirlo, puede ser estimulante si tenemos en cuenta que cuantas más veces lo intentamos, mayores probabilidades vamos a tener de conseguirlo.

Es fundamental tener presente que TODO fumador, puede dejar de fumar, independientemente de sus circunstancias y fuerza de voluntad, siempre y cuando se lo proponga y tenga motivación para el cambio.

Los motivos pueden ser muy variados, entre ellos destacamos:

 

– Motivos de salud: la presencia de problemas físicos o enfermedades cardiovasculares (hipertensión, infarto…), respiratorias (asma, EPOC…) u otras enfermedades crónicas en las que el consumo de tabaco juega un papel principal como factor de riesgo, así como el miedo a la enfermedad.

– Motivos económicos.

– Motivos estéticos: el consumo de tabaco también afecta a factores externos como la piel, las uñas, el color de la dentadura… Dejar de fumar tiene claros beneficios para la salud, tanto física como mental.

– Presión familiar o laboral.

– Satisfacción personal: la libertad de no depender del tabaco.

 

Es frecuente que los fumadores se encuentren ante la contradictoria situación de querer dejar de fumar pero tener miedo a hacerlo.

La psicología lleva muchas décadas estudiando la adicción al tabaco y desarrollando tratamientos eficaces para ayudar a las personas a dejar de fumar. A día de hoy, existen intervenciones que constituyen la base del tratamiento psicológico de los fumadores. La eficacia de la psicología en esta área se debe sencillamente a que la conducta de fumar se explica mediante factores sociales (accesibilidad al tabaco, publicidad, pertenecer a un grupo…), factores psicológicos (rasgos de personalidad, aspectos emocionales…) y factores físicos (dependencia a la nicotina). Para abandonar el consumo de cigarrillos y mantenerse abstinente a corto, medio y largo plazo es necesario y fundamental incidir en estos tres componentes, y de ello se encargan los programas psicológicos para dejar de fumar.

Se trata de un programa de intervención psicológica para dejar de fumar en el que se trabaja de forma gradual y progresiva el abandono del tabaco. Lo que se busca con este programa es ayudar a los/las fumadores/as a abandonar de forma definitiva su adicción al tabaco sin sufrir el síndrome de abstinencia (síntomas físicos y psicológicos que sufre una persona al interrumpir su ingesta de nicotina).

Este tratamiento se orienta a que la persona deje de fumar de forma progresiva a lo largo de las 6 semanas que dura el programa y que pueda abandonar el tabaco sin pasarlo mal. A través de una serie de tareas sencillas, habilidades y estrategias que se pondrán en práctica semana a semana, el fumador podrá afrontar con éxito todas sus preocupaciones, dudas, dificultades y miedos que con frecuencia surgen a la hora de abandonar el hábito. De esta manera, la persona podrá comprobar cómo dejar de fumar es más fácil de lo que imaginaba. Lo que buscamos en estas 6 semanas, es romper con años de adicción al tabaco.

El programa se lleva a cabo en grupos pequeños, como máximo de 6 personas. Las sesiones son semanales y con una hora de duración. Constará de dos partes: una de evaluación y otra de tratamiento (sin medicación). Con la evaluación se busca obtener los datos de los hábitos de cada persona a la hora de fumar, para conocer la línea base de la que parte cada una.

Con este programa trabajaremos tanto la dependencia física, mediante la reducción gradual del número de cigarrillos y cantidad de nicotina de la marca fumada, como la dependencia psicológica, a través de una serie de tareas y recomendaciones que cada uno deberá seguir para que la deshabituación tabáquica sea lo más fácil posible. Desde Mi Psicóloga trabajamos con distintas técnicas e intervenciones psicológicas desde una orientación cognitiva-conductual. Además una de las sesiones será de hipnosis o de relajación si alguna persona no fuese hipnotizable.

Hay que tener en cuenta que también se pueden dar casos de personas que no busquen abandonar completamente su hábito sino realizar una reducción del mismo, si es tu caso, háznoslo saber.

Si te estás planteando dejar de fumar o ya lo has intentado muchas veces y no lo has conseguido, contacta con nosotros, podemos ayudarte.

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