¿Qué son las habilidades sociales?
Las habilidades sociales hacen referencia a nuestra capacidad para relacionarnos con las personas y con nuestro entorno. Digamos que son conductas necesarias para relacionarnos con los demás de forma satisfactoria. Las personas no nacemos con estas habilidades, las aprendemos a lo largo de la vida a través de nuestras experiencias.
¿A qué se debe que una persona no tenga suficientes habilidades sociales?
Algunos de los motivos son los siguientes:
– Puede ocurrir que nunca aprendiera cómo responder ante determinadas situaciones o que su aprendizaje fuera inapropiado.
– También es posible que la persona se ponga nerviosa ante este tipo de situaciones, lo que hace más difícil que responda de manera adecuada. Esto ocurre muchas veces cuando tenemos pensamientos del tipo “no sé qué decir”, “van a pensar mal de mí”, “están notando que estoy nervioso”… Lo cual nos genera mucha ansiedad y nos dificulta actuar con soltura en dichos momentos.
– Existe también la posibilidad de que la persona no le dé la suficiente importancia a estas interacciones, motivo por el cual no se implica en ellas.
– En ocasiones ocurre que la persona con carencia de habilidades sociales no sabe interpretar las señales que le transmite el otro, lo que le impide responder correctamente.
– O puede que la persona desconozca que tiene derecho a expresar sus sentimientos y opiniones, teniendo en cuenta que es fundamental respetar a su vez las de los demás…
¿Qué ocurre cuando una persona no tiene habilidades sociales?
Cuando una persona carece de habilidades sociales, puede afrontar estas situaciones de dos maneras diferentes:
– Evitando las situaciones o accediendo a lo que piden los demás sin tener en cuenta sus propios sentimientos u opiniones (conducta pasiva).
– O, el caso contrario, imponiendo sus opiniones y sentimientos sin tener en cuenta y sin respetar opiniones y sentimientos del otro (conducta agresiva).
Se dice que una persona tiene habilidades sociales (lo que significa que es asertiva) cuando es capaz de expresar sus sentimientos, creencias y opiniones de forma directa y adecuada, así como de hacer valer sus derechos, respetando también los sentimientos, opiniones y derechos del otro.
Lo que se busca con el entrenamiento en habilidades sociales es aumentar la capacidad de las personas para relacionarse mejor con los demás. Mediante el aprendizaje de estrategias y habilidades, lo que se consigue es que se sientan bien consigo mismas (mejorará su autoestima), más seguras a la hora de relacionarse (mejorará su autocontrol) y sin dañar a otros (disfrutarán más de sus relaciones).
Pero, ¿por qué es importante el entrenamiento en habilidades sociales?
Es importante por varios motivos. En primer lugar, porque las relaciones que tenemos con otras personas son fundamentales para nuestro desarrollo y funcionamiento psicológico. Además, la ausencia de contactos sociales satisfactorios puede dar lugar a baja autoestima, sentimientos de indefensión, ansiedad, malestar emocional… y conflictos interpersonales. Debemos tener en cuenta que ciertas formas de comunicarnos con los demás son más adaptativas que otras y, además, pueden ser aprendidas, mejorando la valía de la persona en distintas situaciones sociales. Por último, entrenar a una persona en habilidades sociales cuando carece de ellas da lugar a una mejora en su capacidad de relacionarse, lo que hará que se sienta mucho mejor.
Dependiendo de la situación que tengamos delante, se hará necesario poner en práctica un tipo de habilidad u otra. Hay diferentes tipos de habilidades sociales que se pueden trabajar: decir NO, escuchar, iniciar y mantener una conversación, formular preguntas, hacer cumplidos, hablar en público, expresar opiniones y sentimientos, enfrentarse al enfado de otra persona, afrontar críticas, defender los propios derechos, pedir a una persona que cambie cuando algo nos afecta… entre otras muchas.
Los seres humanos vivimos en sociedad, disfrutemos de todas las cosas positivas que nos pueden aportar las relaciones sociales: confianza, compañía, ayuda, apoyo emocional, diversión… Todas repercutirán de forma positiva en nuestra vida, aumentando nuestra autoestima, nuestra sensación de control, reduciendo nuestro malestar y nuestro estrés, e incluso mejorando nuestro sistema inmunológico.
Recuerda que las personas nacemos sin habilidades sociales innatas, pero tenemos la capacidad de aprenderlas. Por lo tanto, si te sientes inseguro en tus relaciones, te cuesta interactuar con las demás personas o crees que no sabes actuar en determinadas situaciones, contacta con nosotros, ¡podemos ayudarte a mejorar tus habilidades sociales!