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Los amigos

1. ¿A quién consideramos amigo?

 Consideramos amigo a alguien afín a nosotros con quien compartimos una relación afectiva, tiempo, emociones, sentimientos, intereses… aunque también puede surgir la amistad entre personas muy diferentes a nosotros. Puede surgir la amistad entre personas del mismo o diferente sexo, familiares, personas de distintas edades, religiones, culturas… incluso podemos ser amigos de nuestras mascotas, recordemos que el perro es el mejor amigo del hombre, según defendió el abogado George Graham Vest, en un juicio celebrado en 1870 en Estados Unidos y que por cierto ganó, con su discurso “Elogio al perro”. Cuando hablamos de amigo estamos demostrando afecto y buena disposición. Nuestro amigo nos entiende, nos motiva, nos respeta, nos valora y también es esa persona en la cual nos apoyamos ante las dificultades. Amigo es alguien que está ahí, es esa persona con la que puedes contar, y sabe que si te necesita, vas a estar. Un amigo nos complementa y enriquece porque con él compartimos buenos y malos momentos, forma parte de nuestras vidas y nos ayuda a ser un poco más felices.

 2. ¿Hasta qué punto es importante tener amigos?

 Es muy importante tener amigos, la amistad es un valor universal. Un dato revelador es que la Asamblea General de las Naciones Unidas, reconoce “la importancia de la amistad como sentimiento noble y valioso en la vida de los seres humanos de todo el mundo” y eligen el 30 de julio de cada año como Día Internacional de la Amistad. Esta idea de buscar un día para celebrar la amistad surge porque la amistad entre pueblos y países fomenta la inclusión de las distintas culturas y el respeto entre ellas, promoviendo la comprensión e inspirando iniciativas de paz así como la oportunidad de tender puentes entre las distintas comunidades. Hay que recordar que el ser humano es un ser social por naturaleza y necesita compañía. La relación con nuestros semejantes la iniciamos muy pequeños, en el primer ciclo de educación infantil.

 3. Robin Dunbar establece en 150 el número límite de gente con la que podemos interrelacionarnos, cuyas circunstancias y datos podemos conocer guardados en nuestra cabeza. ¿Cuántos amigos necesita una persona?

 Me resulta dificilísimo concretar un valor, porque considero que las necesidades en general dependen mucho de cada persona y de su estilo de vida. Y ya hablando de necesidades de amigos en particular, hay características (como ser sociables, extrovertidos…) que van a influir en las relaciones que establezcamos con los demás y en esto cada persona es un mundo. Robin Dunbar es antropólogo y biólogo evolucionista, especializado en el estudio del comportamiento de primates. Defiende que el cerebro evolucionó para permitirnos organizar las relaciones con los demás, sostiene concretamente que es el neocórtex cerebral (zona del cerebro que controla emociones, pensamiento, lenguaje…)  el que limita la gestión de nuestras amistades a 150 incluyendo a nuestros allegados y parientes. Me atrevo a afirmar que nuestros recursos cognitivos y nuestra capacidad de atención están limitados y considero que el “número de Dunbar” es un curioso dato de la estadística, aplicado a las ciencias sociales.

 4. ¿Cómo es posible que, actualmente, con las redes sociales esta cifra de “amigos” se duplique o se triplique?

Entiendo que el hecho de que el número de amigos se duplique o se triplique con las redes sociales, está relacionado con el vacío en la vida de las personas y la facilidad de acceso, dado que conseguimos “amigos” con solo pulsar un botón. El proceso es sencillo y las carencias de muchas personas, importantes. La interacción social de la mano de internet coincide con cambios en la interacción en la familia, cuando los rituales semanales de las familias extensas (con abuelos y los tíos) se van perdiendo. El uso apropiado de las redes sociales es un avance, pero si sustituyen a las relaciones humanas, éstas se empobrecen y ahí tendríamos que valorar hacia dónde queremos ir y cómo estamos evolucionando.

 5. Con la irrupción de las redes sociales, ¿la palabra amigo ha perdido valor?

 A veces en los amigos virtuales se busca suplir las conexiones personales significativas de las que muchas personas carecen en la vida real, se puede buscar también la gratificación inmediata que produce “aumentar el número de amigos”. En muchas ocasiones esta búsqueda está relacionada con baja autoestima, aislamiento social y es una forma de evasión, de crear una realidad paralela… Pero este tipo de relación resulta frágil, sin garantías de perdurar en el tiempo, es una “amistad líquida”, con lazos débiles, que fluyen como la corriente porque además en la virtualidad, la amistad no se pone a prueba.

6. ¿Qué tipos existen de amigos?

 Existen todo tipo de amigos, la realidad es que podemos establecer multitud de clasificaciones en función de los criterios que se nos antoje utilizar: según el estilo de interacción (amigo íntimo, de confianza…) según su carácter (el chistoso, el intrépido…), según el ambiente (los de clase, los de trabajo…), según la edad (infancia, adolescencia…). Yo me voy a centrar en esta clasificación, así tenemos:

 • Los de la infancia, son esos amigos con los que iniciamos una amistad espontánea, inocente, desinhibida, en la que juegos y riñas van acompañadas de inocentes reconciliaciones. Es el aprendizaje de las primeras socializaciones, la interacción, la confianza… Y nos venían a buscar para lo más importante ¡ir a jugar!

 • Los de la adolescencia, ésta es una época marcada por grandes cambios físicos, cognitivos, hormonales… En esta etapa, los amigos son especialmente  importantes, se crea una relación basada en la confianza y la lealtad, aparecen los primeros amores que se confía en que serán eternos. Dejamos de ser niños, empezamos a descubrir nuevos mundos, distintas formas de interacción, nos encontramos muy cómodos con nuestros semejantes, ellos están ahí y nos entienden, nos apoyan, nos aconsejan… En esta etapa estamos expuestos a la presión de grupo, que puede ser positiva (nos empezamos a descarrilar y el grupo nos estimula a volver  a la vía) o negativa, cuando la presión nos conduce hacia un estilo de vida poco recomendable. Los amigos nos ayudan a forjar nuestra propia identidad e independencia y nos darán estabilidad en momentos difíciles. Es una etapa complicada en la que los padres tenemos que tener claro que nuestros mejores aliados serán la comprensión, el cariño y los límites.

• Los de la edad adulta, algunos nos acompañan desde la infancia –serán muy pocos-, a otros los iremos encontrando por el camino y cambia la escala de valores. Valoramos la calidad de la amistad, lo que emocionalmente es más importante para nosotros. Cambian las prioridades y nos volvemos más selectivos.  Tenemos otras preocupaciones, estamos menos ociosos, pero a los amigos los continuaremos necesitando. En consulta siempre recomiendo a las parejas, que conserven a sus amistades, que volver a casa tras estar con algún amigo nos aportará novedades, conversación y esto estimulará la relación.

 • Los de la vejez, continúan siendo importantes. Cuando ya vamos perdiendo una parte de nuestros seres queridos, tener su apoyo, es fundamental. En esta etapa vuelve el compañerismo, compartir experiencias vividas, disfrutar del acompañamiento, de las tertulias, de las partidas de cartas, de la conversación, de las actividades que podamos realizar…

7. ¿Hay diferentes grados de amistad?

Si, considero que existen diferentes grados de amistad. En realidad en nuestra vida pasamos por múltiples situaciones y etapas en las que vamos interaccionando con diferentes personas con las cuales establecemos una relación, la cual en algunos casos puede derivar en amistad. Así tenemos el amigo de verdad, ese de toda la vida con el que podemos compartir secretos sin ser juzgados. El amigo que nos pasa sus apuntes, que será ese con el que hablamos de cosas de clase pero con el cual no vamos a intimar. El amigo que nos encontramos al pasear el perro y con él hablamos un ratito acerca de nuestras mascotas… Si bien es cierto que con cualquiera de ellos podemos llegar a entablar una relación más profunda, necesitamos pasar por diferentes etapas, es un proceso recíproco bidireccional. En estas etapas, creamos lazos afectivos, la comunicación y la confianza se van consolidando. Brotan los sentimientos, que serán dinámicos con amor correspondido sin sexualidad. Los niveles o grados de amistad están relacionados con la evolución de la relación, que necesita tiempo para afianzarse y consolidarse.

 8. ¿Existen diferencias, según la edad y el sexo, a la hora de tener amigos?

 Sin duda, el razonamiento sobre la amistad cambia según vamos creciendo y avanzamos en la forma de entender el mundo, se produce un cambio de superficial a profundo, según la edad: De pequeños definimos nuestra amistad según el estado en que nos encontramos en ese momento, en función de conductas que acabamos de realizar o estamos a punto de que comiencen, nos centramos  en atributos concretos y externos (la diversión, prestarnos juguetes…). De mayores definimos la amistad de forma estable, en función de conductas internas, centrándonos ya en aspectos abstractos (cuidarnos, compartir sentimientos…). Según el sexo: La amistad entre nosotras está caracterizada por un mayor grado de intimidad, expresamos sentimientos, es habitual que nos llamemos por teléfono y cuando nos surge un problema necesitamos hablar como mecanismo de defensa ante el estrés. Ellos parece que dan menos importancia a la “entrega” total, suelen tener una relación con menor nivel de exigencia y menor riesgo de ruptura, cuando afrontan un problema es frecuente que se alejen y es importante respetarlos sin culpabilizarlos ya que cuando lo hayan solucionado, volverán tan afectivos como antes. Cuando la amistad surge entre chico y chica, se convierte en algo especial y sincero. Aquí se ofrecen visiones particulares de “información” acerca del sexo contrario. Si existiera confusión respecto a emociones y sentimientos por parte de cualquiera de los dos, se produciría un desequilibrio debido a que las expectativas de ambas partes ya no estarán equilibradas. La calidad de las relaciones reside en comprender lo que nos atrae, que con frecuencia son las diferencias.

9.  ¿Cómo cambia, según la edad que tengamos, la forma en la que los tratamos?

Como dije antes, se produce un cambio de superficial a profundo, según vamos creciendo cambian nuestras perspectivas del mundo y nuestros valores. Podemos ver que nos colocamos en posturas diferentes: con frecuencia selectivos y exigentes en nuestra elección, pero también tolerantes y pacientes si lo exigen las circunstancias.

10. Un artículo del 2012 en The New York Times se preguntaba por qué a partir de los 30 es más difícil hacer amigos, ¿el ser humano se vuelve más selectivo a la hora de hacer amigos a partir de cierta edad?

Según avanza nuestra edad nos convertimos en más selectivos, pues sabemos que los amigos son nuestra elección y nos quedaremos con aquellos que realmente nos aporten satisfacción y bienestar emocional. Nos convertimos en más exigentes, tal vez ya no perdemos tiempo con nuestro interlocutor si nos encontramos ante una persona que solo nos brindará una “amistad líquida”, sin embargo volcaremos tiempo y esfuerzo si se trata de un amigo de verdad y valoramos que nos necesita.

* Entrevista realizada por Alba Precedo a Luisa Pereda para La Voz De Galicia – Suplemento YES

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