Nuestro cerebro tiene dos hemisferios cerebrales conectados por un puente que se llama cuerpo calloso, el cual tiene millones de fibras nerviosas para transmitir la información entre ellos. Los hemisferios realizan actividades diferentes y su función es complementaria. Cada tarea necesita utilizar los dos hemisferios. Podemos decir que el hemisferio izquierdo “razona” es el de la lógica, analítico y pensador, es el responsable del lenguaje, las matemáticas… es lento trabajando, pero tiene menos errores y se encarga de tareas complejas; el derecho “se emociona” es intuitivo, creativo, soñador, percibe de forma global… es rápido pero impreciso pues maneja mucha información y lo hace de modo global.
Tradicionalmente nuestra educación ha potenciado el funcionamiento del hemisferio izquierdo realizando una adaptación a las normas, lo razonable… proviene de una educación conservadora y reacia a los cambios; “castigando” la creatividad y la espontaneidad. Éstas últimas son características del hemisferio derecho relacionado la con flexibilidad y el dinamismo.
Recordemos que vivimos en un mundo que evoluciona e innova a pasos agigantados así que tratemos de potenciar nuestro hemisferio derecho haciendo actividades creativas y desarrollando nuestra imaginación. Las personas que tienen el cerebro muy desarrollado, utilizan a la vez sus dos hemisferios cerebrales.