Cuando comienza el pánico somos incapaces de pensar de una forma clara. Es importante tener recursos para afrontarlo y no dejarnos llevar por la necesidad de escapar que nuestro miedo provoca.
1. Recuerda que las sensaciones que experimentas son reacciones normales ante el estrés, en su forma más exagerada.
2. Nada peor puede pasar ya, son sensaciones desagradables pero no son dañinas ni peligrosas. Aprende a respirar profundo y muy despacio.
3. Intenta mantener a raya los pensamientos catastrofistas acerca de qué podría ocurrir.
4. Céntrate en lo que está ocurriendo ahora, observa qué estabas haciendo y con quién e involúcrate en lo que esté sucediendo.
5. Lo principal es aprender a enfrentar el miedo. Acepta el temor sin luchar contra él y verás qué ocurre.
6. Observa y comprueba cómo al no luchar el temor se desvanece.
7. Toma cada situación como experimento para poner a prueba que puedes más tú que tu miedo.
8. Se consciente de lo que acaba de suceder. Siéntete satisfecho y disfruta la sensación
9. Prémiate con una alabanza cada vez que superas un obstáculo, después de varios ensayos y casi sin darte cuenta tus miedos desaparecerán.
10. Cuando vuelvas a tener una situación para experimentar tus habilidades, aprovéchala y verás de qué es capaz. Esto aumentará tu autocontrol y tu autoestima y podrás disfrutar mejor de tu vida